EL LOCO ESPECHE I

I. UN QUIOSQUITO Y UN BAR

El quiosco del Hospital San Juan Bautista, situado hacia el centro del mismo, por así decirlo, es un punto de convergencia y de referencia para todo aquél que transita por los pasillos de nuestro Hospital Provincial. En sí mismo su emplazamiento externo no presenta características especiales que difieran de cualquier otro quiosco de la ciudad, eso lo sabemos, pero su importancia estriba en dos aspectos esenciales, que mencionaremos inmediatamente –con el permiso y paciencia del lector:
El primer aspecto, que le da origen y razón de ser, es su faz comercial, y debido a ese movimiento de gente que genera surge en las mentes de las personas un segundo aspecto: el de referencia geográfica, y es quizás tan importante como el primero ya que gracias a esa referencia nos podemos ubicar dentro de tan enmarañada traza de pasillos y salas. Esto lo saben muy bien los recién llegados del interior que por vez primera entran en sus largos corredores.
Aquél que pregunta por una sala o habitación se le contesta seguramente: “…del quiosco tome a la derecha o izquierda y siga uno o dos pasillos”…
El quiosco como referencia resulta infalible.
Al lado del quiosco tenemos un bar, también conocido como “comedor”, del que dentro de sus estrechos límites podemos ver, a través de su frente de vidrio templado, unas cuantas sillas y pequeñas mesas, típicas de los bares, en las que se sirven algún almuerzo o comida preparada, o simplemente un café. A un costado, hacia la izquierda, de estas mesas y sillas se encuentra una barra, también típica de un bar, con el encargado dominando toda su extensión. Luego, detrás de la barra, pasando una portezuela, vemos la cocina con gran movimiento. Para ser más exactos podríamos decir que el quiosco se encuentra ubicado dentro del bar acaparando su esquina derecha, pero con la salvedad de su comunicación externa donde la gente compra al paso. En cambio, para ser atendidos en el bar debemos ingresar por su portal de vidrio.