FRENTE A UN NUEVO 12 DE OCTUBRE

Esta carta de Rodolfo Lobo Molas fue publicada el 12/oct/06 en El Ancasti, la que gentilmente nos ha permitido hacerla presente en nuestro blog (los subtítulos de párrafos son agregados por nosotros para una mejor lectura en el monitor).
Señor Director:
Estamos a las puertas de un nuevo 12 de octubre. De un nuevo Dia de la Raza. Palabra que indica discriminación, porque como dijo Einstein sólo existe una raza, la humana. Estamos otra vez frente a nuevas y reiteradas protestas. A nuevas y reiteradas reivindicaciones. Y es natural. Los hispanistas que defienden a ultranza la conquista dirán que han traído civilización, que han traído el idioma, que han traído el arte. Los americanistas o indigenistas que nos oponemos a esos postulados decimos que por el contrario han destruído los idiomas nativos, que han destruído las culturas locales, que han acabado con una civilización que crecía en este lado del mundo.
Lo cierto es que (es) una celebración de los vencedores sobre los vencidos. Lo que podríamos llamar sin eufemismos una nueva bofetada al honor y al orgullo americano.

¿Crisol de razas?

Los pueblos originarios no creen en esa engañifa del crisol de razas y encuentro de dos mundos. El último 12 de octubre, en toda América, las comunidades originarias han llevado a cabo cientos de actos en contra de ese festejo. En Argentina se reclamó en actos públicos la plena vigencia de la Constitución que garantiza los derechos aborígenes, porque la Carta Magna y las leyes de protección y reconocimientos absolutamente vigentes no se cumplen y la marginación, el aislamiento, la discriminación, la burla y el desprecio por nuestros indígenas es inocultable en todo nuestro país y en casi toda América.
De nada valen los reclamos, de nada valen las heridas abiertas. Y hasta ahora son falsas las promesas.

Celebración Hispánica

Por eso me pregunto una vez más: ¿Qué celebramos los americanos? El 12 de octubre es una celebración unilateral hispánica, donde se festeja el desembarco de España, cuyo fin no fue nunca traer cultura, sabiduría, progreso, religión sino que venían en la búsqueda de riquezas a cualquier precio, y sus acciones fueron los métodos necesarios para dominar estas naciones aborígenes y sacarles el oro y la plata. A los que se opusieron les esperaba la esclavitud o la muerte, así lo vivieron Caupolicán, Colo Colo, Túpac Amaru, Chelemín, Chumbicha, Coronilla, etc., y todos sus pueblos con las mercedes, las reducciones y otras ingominias.
España entró sin pedir permiso y se llevaron todo sin rendir cuentas. Esa misma España que por estos días ha legislado de tal manera que impide la inmigración de los americanos, entre otros.
¿Qué beneficio recibieron nuestros aborígenes de la mal llamada "Madre Patria"? ¿Acaso desde hace 500 años el poder no es ostentado por los "blancos"? ¿Hay indios en los puestos importantes de la sociedad? ¿Tienen acceso a la educación, a la salud, a la política, a una vida digna de seres humanos? ¿Se les ha dado oportunidades de crecer, desarrollarse, dignificarse como personas?
Por primera vez en 500 años, llega un indígena a gobernar un país: Bolivia.
Y fue desde antes y despues de asumir, víctima de la sorna española y otros poderosos que lo humillan sin respeto aún tratándose de un jefe de Estado.

Nueva visión

Estamos frente a otro 12 de octubre. Frente a otra cachetada al orgullo americano donde se celebrará con toda pompa, el comienzo del holocausto más grande de la historia que costó la vida acerca de 80 millones de personas diezmadas por el hambre, las violaciones de las mujeres, la tortura y la esclavitud. Es cierto, no podemos cambiar el pasado, pero en el presente reniego de celebrar el xenófobo Dia de la Raza, porque me avergüenzo de celebrar la muerte.
Llegará el día en que estas fiestas no se realizarán más. Ya hay mucho pueblos donde están desterradas. Ese día, palabras como éstas sólo servirán para la impotencia, son un llamado al respeto por pueblos hermanos, hartos de ser sometidos y atormentados. son un llamado a los dirigentes de las naciones y los pueblos para que no doblen la rodilla frente a los poderosos.
Hasta que eso ocurra seguiremos sufriendo estos vilipendios de los vencedores para burlar a los vencidos. Enmascarados, por supuesto, en hábiles dsifraces.
Por suerte, la América Indígena, con sus pueblos originarios está despertando y comienza a hacer sentir su voz. Muchos en Catamarca, están siendo de a poco, afortunadamente, parte de esta aurora.
Sólo es cuestión de tiempo.

Rodolfo Lobo Molas
Periodista y Escritor