El aporte del Conjunto de Cámara

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El día domingo salió publicada la siguiente carta. Luego diremos algo más al respecto.

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Sr. Director, a través de su intermedio, quisiera hacer una acotación sobre el artículo de tapa de la revista Express del día 25 de julio del 2009, que habla sobre el proyecto de la formación orquestal que se intenta plasmar a través del municipio capitalino y que tuve la oportunidad de estar presente como músico en el concierto llevado a cabo hace pocos días; iniciativa excelente y que espero llegue a concretarse.

Leyendo y releyendo el artículo mencionado de la revista Express, artículo muy interesante, veo que hay puntos muy importantes que se han pasado por alto en cuanto a la historia de las formaciones orquestales en nuestra provincia y que, en honor de la historia de Catamarca y del esfuerzo de quienes promovieron y promueven tal actividad, es necesario decirlas y tenerlas presentes.

Como bien se menciona la actividad musical desarrollada por el maestro Mario Zambonini, a principios del siglo XX, fue algo extraordinario y es el ejemplo inspirador de todo músico que se siente atrapado por la magia del violín o de los demás instrumentos de su familia como la viola, violoncello o contrabajo, y el placer que produce en nuestra percepción la masa sonora de una orquesta de cuerdas en toda su magnificencia, cuánto más si habríamos de agregar los diversos instrumentos de viento y percusión que otorgarían un variado e infinito colorido de matices en la “paleta” de nuestra mente inquieta. Luego, en la década del `70 (y que persiste hasta nuestros días) surge la figura y labor incansable del maestro Luis Argañaraz. Si bien el artículo menciona a Luis Argañaraz pero no hace referencia a la labor que viene realizando hace más de 35 años con sus logros obtenidos de los que me gustaría mencionar y explayarme lo necesario para ilustrar al paciente lector.

En el año `85, en el gobierno de Ramón Saadi, se aprueba por unanimidad el proyecto de ley de creación del Conjunto de Cámara de la Provincia de Catamarca, y en el año `86 se reglamenta. Este proyecto de ley fue presentado por el legislador “Polo” Fadel y trabajado en conjunto con Miguel Ángel Segura y Luis Argañaraz; el “Conjunto de Cámara de la Provincia de Catamarca”, dirigido por Luis Argañaraz pasa a ser el primer cuerpo estable y rentado de la provincia. Este Conjunto, ya venía trabajando desde más de 10 años atrás en forma independiente con actuaciones en toda la provincia. El objetivo de la creación del Conjunto de Cámara era partir de una pequeña formación de cuerdas, o camerata, como base, para llegar con el tiempo pasar a ser una orquesta de cámara, de mayores dimensiones; y luego, por fin, una orquesta sinfónica (la denominación de música de “Cámara” se refiere a la música que antiguamente se desarrollaba en las “cámaras” o “habitaciones” del rey en la Europa de los siglos XVII y XVIII; pero si bien esas cámaras eran bastantes grandes la cantidad de músicos debía no ser excesiva para no saturar la sala que, por supuesto, estaba llena de los cortesanos).

Este flamante, y primer cuerpo artístico estable en la historia de Catamarca (que sentaría un precedente valioso para la creación de los demás cuerpos artísticos estables con que cuenta Catamarca), prosigue su intensidad actividad que ya venía desarrollando en toda la provincia y adquiere gran importancia por su labor de difusión de la música universal en la capital y en los rincones más apartados del interior ofreciendo conciertos y audiciones con solistas y directores invitados de trascendencia internacional como Baraviera, Mario Perini, Antognassi, Bayour, etc.

Pero la función del Conjunto no radicaba tan solo en la difusión de la música sino también la de escuela, en donde el estudiante de música pudiera formarse y aprender en profundidad su instrumento.

En la década del `80, Luis Argañaraz además de dirigir y enseñar organiza un sinnúmero de conciertos con orquestas de otras provincias como la orquesta sinfónica de Tucumán, la de San Luis, tríos, cuartetos, etc., los que termina pagando de su bolsillo ya que el dinero para el pago de tales eventos auspiciados por la Dirección de Cultura, generalmente, nunca aparece, perdiéndose los expedientes en el mar de la burocracia, por lo que él debe responder como garante (además siempre a quien se contrate se debe pagar en el día del concierto y no “meses después” como se acostumbra desde el Estado provincial).

En los `90 el Conjunto de Cámara adquiere proporciones interesantes llegando a contar con 14 integrantes, siempre con la formación de orquesta de cuerdas, incluso con la incorporación de Kelly Grubb, una violinista de Alaska que se encontraba de intercambio cultural; junto con ella y el guitarrista Esteban Belén se realizó una gira a Salta y Jujuy llegando a tocar en Orán ante Monseñor Cargnello, obispo en aquél entonces de Jujuy.

Por esos tiempos Luis Argañaraz, “Lucho” Varela (Ministro de Educación) y “Chacho” Reynoso (Subsecretario de Cultura, del gobierno de Oscar Castillo), confeccionan un proyecto de un escalafón para el Conjunto de Cámara que serviría para que el músico sea nombrado como tal y no como empleado administrativo (con sus inconvenientes respectivos) y ese nombramiento fuese de acuerdo a su nivel técnico (ya sea como profesional solista o de fila, estudiante, etc.) en donde el músico profesional nombrado cumpliría una función de instrumentista y docente a la vez con dedicación exclusiva; el estudiante, por su parte, sería becado mientras hiciera sus primeros pasos en la práctica grupal para luego llegar a ser profesional. En vista a esto se incorpora al matrimonio búlgaro en oboe (Anthony Popov) y flauta (Ekaterina Kostova), ex integrantes de la orquesta de San Luis, con los que se realiza numerosos conciertos en toda la provincia.

En aquella época el costo elevado de los instrumentos de este tipo (hoy en día son mucho más accesibles) no favorece la captación de alumnos en estos instrumentos que iban a ser el pilar fundamental para los instrumentos de vientos que se necesitan en una orquesta sinfónica. Hacia fines de los `90 se incorporan los músicos venidos de Ucrania en violín (Dimitri Pokrás) y piano (Tatiana Shundrovskaya) pero, en ese momento, el número de integrantes del Conjunto ya era sensiblemente menor al de otros tiempos por diversas razones. En el 2000 Luis Argañaraz renuncia a la dirección del Conjunto de Cámara y continúa su labor orquestal y de enseñanza en forma independiente formando así, en los años siguientes, la Compañía artística Apuntar, con la que realiza variados conciertos con solistas invitados como Daniel Sánchez (viola), Néstor Longo (cello), Rossana Migani (violín), entre otros, la que, luego, pasa a llamarse “Ensamble de Cuerdas”, para finalmente consolidarse, desde el 2007, como “Camerata Catamarca”, de la cual tengo el placer de participar.

Sr. Director, considero que esta labor que viene realizando Luis Argañaraz es muy importante en estos 35 años o más en forma continuada y sostenida en Catamarca, y permite compenetrarnos “in situ” del devenir musical de la provincia. Es de destacar que la mayoría de los violinistas y violistas presentes en la agrupación instrumental que se quiere llevar a cabo a través de la Municipalidad de la Capital, han sido, o somos actualmente, sus alumnos.

Desde ya manifiesto mi total adhesión y apoyo a esta iniciativa que se quiere llevar a cabo a través de la Municipalidad de la Capital y que tanto beneficio puede brindar a la provincia; y que los datos que brindo en esta oportunidad, como por ejemplo lo del proyecto del escalafón (proyecto que no logró su aprobación debido a los constantes cambios en el área de Cultura y ante las diversas trabas burocráticas), puedan ser de utilidad en este proyecto.

Eduardo Javier Argañaraz

Conjunto de Cámara de la Provincia de Catamarca, Luis Argañaraz director.

fotografía tomada el 5 de noviembre de 1995 en la Catedral de Catamarca.

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